escribiría ...

Solo. Solo para mí

Esta vez escribiría solo para ella. Aunque nadie más lo entendiera.

Escribiría solo para ella. Para aclarar sus ideas, para salir de esa nube de lágrimas y suspiros, de días sin sentido, de regresiones al pasado.

Escribiría solo para ella. Por que hacía mucho que no lo hacía, por que solo escribía cuando estaba feliz y esa palabra hacia semanas que no aparecía en su diccionario.

Escribiría para eso, para que esas sonrisas, esas risas y esa felicidad volvieran a ser parte de su vida. Par que sus días dejaran de ser una cadena de horas sin sentido deseando la siguiente. Para que su cabeza pudiera descansar y para que la palabra “fracaso” dejara de estar en letras mayúsculas tatuada en lo que ella creía su futuro.

Esta vez escribiría para salir de esa brecha, de esa zanja que y dejaría así atrás el último mes. Y tras la zanja, poco a poco, iría construyendo un camino, un camino de una sola dirección. Un camino largo que iba a recorrer paso a paso, despacio, sin dejan que mas fantasmas se interpusieran en su camino.
Iría con paso decidido y sin mirar atrás. Construiría un camino sin comparaciones y sin inseguridades. Andaría con pies de plomo. Con pasos que irían marcando esa carrera de fondo que la esperaba al comienzo de ese nuevo camino.
Un comienzo lleno de baches, de socavones, de exámenes, de notas, de bajadas y de subidas.
Los principios eran lo que mas la costaba construir. El esfuerzo de volver a empezar, de crear un nuevo camino desde la nada en la que se encontraba. Pero sabía que esa fase la superaría, como había hecho tantas veces. El camino dejaría de ser cuesta arriba en cuanto de pasaran las agujetas iniciales y entonces saldría el sol y ese agotador principio le parecería lejano, tonto…

Y ese camino sería ancho, lo recorrería rodeado de toda esa gente a la que quería. Esas personas que cuando diera un traspiés estarían allí para ayudarla y que no la dejarían caer de nuevo al fondo de esa zanja.

Escribiría por que ese camino empezara y nunca terminara y por no volver de nuevo a caer.

recuerda

Y se sienta y recuerda, y escribe y recuerda.

Recuerda una tarde con banda sonora de los grandes, con Nirvana, con Guns and Roses, con Fito…
Recuerda un parque y una conversación.
Recuerda un restaurante y dos platos deliciosos.
Recuerda un postre.
Recuerda el “silver” y de nuevo recuerda las conversaciones, y los silencios, y las miradas y los detalles.
Recuerda los abrazos y los besos y los momentos stevy …

Y se alegra de haber tomado la decisión correcta de estar ahí y de estar con él.

Sueños de puente

Cierro los ojos y lo unico que vienen a mi son demografías y filosofías y numeros y graficas y retales de lo estudiado que poco a poco se va olvidando.

Vuelvo a cerrar los ojos y encuentro lo que estaba buscando... los planes. Los planes que comenzarán un miercoles.Un miercoles bañado con martini de la mano de la señorita Castelló. Un miercoles en el que rememoraremos viejos tiempos y un miercoles donde los litros y litros de alcohol harán que todo lo que ahora veo cuando cierro los ojos desaparezca.

Un jueves que emezará con una escursion a la sierra donde el Martini volvera a correr loco por mi cuerpo y donde un grupo de amigos que esta separado por los libros volverá a juntarse y a rememorar viejas fiestas, y sueños y sensasciones ya olvidadas bajo la seputtura de los examenes.

Y ese viernes o ese sabado ... o los dos ¿por que no? la noche madrileña será nuestra. Sí de ellas, de las olas. De las fagotas ... y de nuevo M&P volverá a dominar la noche. Si!! ... quiero que las tres volemos libres por la pista. Y que bailemos llenas de esa energía que parece que mi cuerpo ya a olvidado.

Y sigo mirando y hay un hueco, grande, enorme, sorprendente (como no) y reservado solo para él !

y entre todo eso dos comidas pendientes llenas de conversaciones aun por llergar ...
ellas serán las piezas que faltan en ese puzzle que ya está en mi cabeza.

No me defraudeis ... Hasta entonces FUERZA!!!

Sorprendente ...

Y se dio la vuelta y se alejó. Y subió esa escalera. El la siguió con la mirada, sonriente, ágil, única, guapa, sorprendente… No sabía como explicarlo pero al final siempre esa palabra llegaba a su mente y le dejaba bloqueado. En blanco. Ella era así… sorprendente. Sorprendente Latika. Sorprendente Julia.

Dos palabras aun bailaban en el aire cuando ella se dio de nuevo la vuelta y le sorprendió (de nuevo esa palabra) mirándola, admirándola, esperando esa despedida, ese ultimo adiós y esa ultima sonrisa.

Y volvió a correr veloz, ligera, cruzando la calle entre recuerdos de una tarde juntos. Otra más. Nueva, única y como siempre sorprendente.