14. 02. 09
Se levanto antes de que sonara el despertador. Y de repente miles de recuerdos la invadieron. ¡Joder Guille!
Miles de imágenes volaron a su cabeza el zer03, los sms, el Vipas, el Silver, las copas…e intento ponerlo todo en orden
Guille era un amigo, uno de esos que sabes que siempre están ahí y uno de esos que sabes que no solo están ahí por que aprecian tu amistad. El se lo había dicho miles de veces y ella había tenido miles de duda. Se habían ido distanciando y solo unos cuantos encuentros habían echo que volvieran de nuevo a verse, a hablar.
Ese jueves habían quedado, habían ido a tomar algo a un bar donde estado ido un par de veces, el zer03. Como siempre el tiempo pasó volando, tantas cosas en común, ella no podía dejar de pensar que el era el hombre perfecto, inteligente, culto, divertido, sincero, la quería con locura y eso se notaba y no era algo nuevo, ella siempre lo había sabido.
El viernes un par de sms hicieron que ella se sintiera incomoda, quería volver a verla, de nuevo, en un bar solos… y ella sabia lo que iba a pasar. Estaba confusa. Se puso unas converse, un vaquero y un suéter cómodo y se fue a cenar a casa de su mejor amigo. Charlaron y se olvido de todo, luego había fiesta. Dos de sus “ex” estaban en ella y se dio cuenta de que ninguno era como Guille. Clases de chicos opuestos, mundos diferentes, si con ellos no había funcionado quizás con el sí, solo había una duda … aun no sabia si le quería y eso, era lo mas importante.
El sábado fue de locos, empezó con mil sms donde el volvió a soltar la bomba…. Pero aquello era cosa de dos. Quedaron, el perdió un autobús y llegó tarde. Ella perdio la cabeza y los nervios pero aun así se sintió fuerte segura aunque aun no sabia cal iba a ser su respuesta. Dieron un paseo, charlaron, cenaron en una cadena de restaurantes donde ella se sentía a gusto, donde el terreno era suyo y siguieron hablando y compartiendo planes y ella no pudo más que pensar en un futuro juntos, un futuro de exposiciones, viajes, restaurantes caros y paseos por Madrid.
Tras cenar, pagar y la extendida sobremesa caminaron acompañados por el frío del invierno asta un bar precioso. La música estaba alta, dando intimidad, las luces bajas, las cortinas dejaban espacios íntimos y los asientos eran bajas plataformas de cuero rodeadas de cojines. Ella nunca había estado ahí y a media luz y acompañada por un zumo de piña, lo vio todo mas claro.
Entonces él sacó el tema. Volvió a decirlo: ella era especial, única, LA chica. Y ella por primera vez lo soltó, sus dudas, sus miedos sus inseguridades, su cabeza era un torbellino de ideas y sentimientos enfrentados, podían probar, ¿y si no salía bien?, No quería perderlo ¿y si todo era un desastre?, ¿Por qué pensarlo? El no lo hizo y se lanzo, salto el muro que los separaba: la besó. Y ella no pudo dejar de pensar lo dulce de sus labios, sentía aun la cerveza fría en ellos pero eran calidos, suaves. Un escalofrío recorrió su cuerpo y se sintió feliz completa. El sonrrió, levaba mucho tiempo buscando ese momento la contó lo difícil que era ella de adivinar y que siempre le sorprendía.. entonces ella tubo miedo de que para el fuera algo mucho mas importante y de que nunca pudiera sentir lo mismo, pero el volvió a besarla y ella sintió que podría acostumbrarse a aquello.
A su cabeza volaron miles de planes, cines, bares, museos, buenos momentos, viajes y ahora esos volvía a su cabeza … “Nos iremos acostumbrando a nuestra manera” Si, podría llegar a acostumbrarse, “Y a disfrutar del momento” Si, eso sin duda, ahora era su turno por fin la tocaba algo bueno y no iba a dejarlo escapar.
Se levanto antes de que sonara el despertador. Y de repente miles de recuerdos la invadieron. ¡Joder Guille!
Miles de imágenes volaron a su cabeza el zer03, los sms, el Vipas, el Silver, las copas…e intento ponerlo todo en orden
Guille era un amigo, uno de esos que sabes que siempre están ahí y uno de esos que sabes que no solo están ahí por que aprecian tu amistad. El se lo había dicho miles de veces y ella había tenido miles de duda. Se habían ido distanciando y solo unos cuantos encuentros habían echo que volvieran de nuevo a verse, a hablar.
Ese jueves habían quedado, habían ido a tomar algo a un bar donde estado ido un par de veces, el zer03. Como siempre el tiempo pasó volando, tantas cosas en común, ella no podía dejar de pensar que el era el hombre perfecto, inteligente, culto, divertido, sincero, la quería con locura y eso se notaba y no era algo nuevo, ella siempre lo había sabido.
El viernes un par de sms hicieron que ella se sintiera incomoda, quería volver a verla, de nuevo, en un bar solos… y ella sabia lo que iba a pasar. Estaba confusa. Se puso unas converse, un vaquero y un suéter cómodo y se fue a cenar a casa de su mejor amigo. Charlaron y se olvido de todo, luego había fiesta. Dos de sus “ex” estaban en ella y se dio cuenta de que ninguno era como Guille. Clases de chicos opuestos, mundos diferentes, si con ellos no había funcionado quizás con el sí, solo había una duda … aun no sabia si le quería y eso, era lo mas importante.
El sábado fue de locos, empezó con mil sms donde el volvió a soltar la bomba…. Pero aquello era cosa de dos. Quedaron, el perdió un autobús y llegó tarde. Ella perdio la cabeza y los nervios pero aun así se sintió fuerte segura aunque aun no sabia cal iba a ser su respuesta. Dieron un paseo, charlaron, cenaron en una cadena de restaurantes donde ella se sentía a gusto, donde el terreno era suyo y siguieron hablando y compartiendo planes y ella no pudo más que pensar en un futuro juntos, un futuro de exposiciones, viajes, restaurantes caros y paseos por Madrid.
Tras cenar, pagar y la extendida sobremesa caminaron acompañados por el frío del invierno asta un bar precioso. La música estaba alta, dando intimidad, las luces bajas, las cortinas dejaban espacios íntimos y los asientos eran bajas plataformas de cuero rodeadas de cojines. Ella nunca había estado ahí y a media luz y acompañada por un zumo de piña, lo vio todo mas claro.
Entonces él sacó el tema. Volvió a decirlo: ella era especial, única, LA chica. Y ella por primera vez lo soltó, sus dudas, sus miedos sus inseguridades, su cabeza era un torbellino de ideas y sentimientos enfrentados, podían probar, ¿y si no salía bien?, No quería perderlo ¿y si todo era un desastre?, ¿Por qué pensarlo? El no lo hizo y se lanzo, salto el muro que los separaba: la besó. Y ella no pudo dejar de pensar lo dulce de sus labios, sentía aun la cerveza fría en ellos pero eran calidos, suaves. Un escalofrío recorrió su cuerpo y se sintió feliz completa. El sonrrió, levaba mucho tiempo buscando ese momento la contó lo difícil que era ella de adivinar y que siempre le sorprendía.. entonces ella tubo miedo de que para el fuera algo mucho mas importante y de que nunca pudiera sentir lo mismo, pero el volvió a besarla y ella sintió que podría acostumbrarse a aquello.
A su cabeza volaron miles de planes, cines, bares, museos, buenos momentos, viajes y ahora esos volvía a su cabeza … “Nos iremos acostumbrando a nuestra manera” Si, podría llegar a acostumbrarse, “Y a disfrutar del momento” Si, eso sin duda, ahora era su turno por fin la tocaba algo bueno y no iba a dejarlo escapar.
Muy buen relato werty , intenso, romantico , sincero...estoy seguro que esa historia de amor es verdadera y cumplira tus espectativas ademas parece k el chico esta enamorado..
ResponderEliminarbueno enorabuena por tu primer relato , lo aces genial!
Firmado: El indicado